Toranj
Los Hijos se han Dormido

Los Hijos se han Dormido

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"Solo el plácido acostumbramiento de lo cotidiano, lo banal, lo mínimo, parecen poder echar un velo sobre lo que bulle en profundidad, sobre la confusión y el desorden, el aislamiento y la incomprensión. Sabiduría, educación, humanidad y capacidad de sacrificio son valores casi inexistentes, negados a este grupo actoral campestre de idiosincrasia muy peculiar. Parecen sentir y decidir: es mejor desentenderse y no interferir en el curso de la historia, consumiéndose, destruyéndose…

Una pregunta flota en la obra: ¿se podría intentar evitar ese despojo espiritual y permitir que fluya libremente el alma? Yo todavía tiendo a pensar en la función benéfica y sanitaria -¿por qué no?- de la creación y en la actitud del hombre en esa creación. Obviamente una presentación del problema sin su correspondiente solución".